El dinero como variables: liberarse de la emotividad

¿Recordáis cuando os hablé de la paciencia? No es un concepto que hagas tuyo en cinco minutos, especialmente en el mundo occidental. En oriente ya es más natural.

La paciencia, como tanta humildad, puedo decir que la hice mía solo este último año, cuando finalmente entendí que no es enemiga sino amiga. A diferencia de otros conceptos, no me llevó un instante: fue un camino paso a paso, donde cada vez añadía una coma más hasta hacerla completamente mía.

Mi blog quiere llegar en profundidad al daros pensamientos y conceptos que se han revelado útiles para mí, siempre con el enfoque que uso con quien me conoce: yo os digo todo, donde enseño os enseño todo, pero depende de vosotros hacerlo vuestro. No debéis tomar y aplicar mecánicamente, sería inútil, contraproducente y, perdonad el término, hasta estúpido. Debéis hacerlo vuestro, elaborarlo, criticarlo y hacerlo parte de vosotros.

Entonces, junto a la paciencia, me gustaría hablaros de las variables. Si alguien me lee dirá «¿Pero es un blog matemático? ¿Informático?», sonriendo os digo que no, estad tranquilos. Seré raro, como me gusta bromear, pero es un concepto amplio y profundo según lo que he observado.

En el último período, tanto como sociedad como familia, la liquidez ha sido algo tremendo, y en parte todavía lo es. Probablemente también para algunos que me leen. Yo sin embargo en cierto punto cambié de perspectiva y empecé a razonar sobre la palabra «dinero». Noté cómo este término, a lo largo de la historia, ha tomado poder y se ha convertido ante todo en un elemento emocional que lleva también a cometer errores en los momentos cruciales.

Entonces, como informático por un lado y apasionado de las matemáticas por otro, me dije: ¿por qué no verlos como números, como variables? Al final el dinero son números, los pagos y los ingresos son variables. Si tu mente los afronta de manera no emocional sino concreta, tiende a gestionarlos de forma diferente y con mayor lucidez, incluso cuando le costaría llegar a ello.

No estoy diciendo nada extraño: si pensáis en la psicología, a menudo en otros contextos te conduce a ver desde perspectivas diferentes o con nombres diferentes.

Observar el dinero como variables y números no significa no pesarlos o no prestarles atención. Significa ponerles fuerte atención pero con lucidez, aprovechando las propias capacidades y potencialidades. Para mí fue así: aunque la situación era peor que en otros momentos, la gestioné y la estoy gestionando de la mejor manera. También porque me lleva con serenidad a observar el medio-largo plazo, donde mis procesos y estrategias ya empiezan a mostrar frutos.

Pensadlo de verdad. No os detengáis en una lectura rápida, id en profundidad de este discurso y observad cuánto puede ofreceros. No significa hacer aséptico un tema, al contrario, significa devolver la justa importancia a los sentimientos.

En el próximo post profundizaremos mejor la relación entre variables, sentimientos y enfoque analítico.

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