Bienestar, no felicidad: repensar la Navidad

28 diciembre 2025, último post del año. Año comenzó con agotamiento controlado. Quizás ha llegado momento hablar de Navidad, mi relación compleja. Bienestar, no felicidad forzada. Felicidad es hermosa PERO Navidad no puede ser obligación. Imposición crea problema: expectativas altísimas, hiperfoco pre-Navidad, bajón después (pesadez comida, dopamina terminada, estrés Año Nuevo). Bienestar es sostenible, libera felicidad. Mi hijo Marco se dio cuenta: padre vive Navidad como trabajo. Regalos/deseos/cenas están bien, problema es CÓMO. Imposiciones vs rituales verdaderos. Mi esposa tiene mentalidad correcta, yo envidio (sentido positivo). Este año primer paso: ruido de fondo imposiciones, foco niños felices. Estoy aprendiendo. Paso a paso, migaja tras migaja. No perfecto, no resuelto, pero posible. Espero haberme explicado.

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El malestar no es un enemigo: por qué el cambio duele (y está bien así)

Miércoles 17 de diciembre, después de una mañana intensa. He experimentado malestar. Pero positivo. El malestar no es un enemigo. Es señal de que el cambio está ocurriendo. Tres fases: mente (resistencia total), cuerpo (taquicardia, ojo pulsa), recuerdo (lejano, no temido). Neurociencia confirma (Porges, Doidge, Prochaska). Cliente vampiro martes: método Wolf (Pulp Fiction). Calma, estrategia, fronteras múltiples. Top dev Gen Z, rapidez mental. Malestar fuerte cuando me opongo a responder inmediatamente. Pero funcionaba. «Cliente siempre tiene razón» = falso. Soy feliz. No bienestar genérico, realmente feliz. Tiempo perceptivo, efecto exponencial. Siempre leo, respondo cuando puedo con sustancia. Podcast 2026 con Amiga.

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Reestructurar: por qué no encuentras el vaso (y está bien así)

Esta semana olvidé tareas domésticas. Cosas que normalmente no olvidaría. Pero estoy reestructurando. No la casa, a mí mismo. Tres habitaciones: cocina (capacidades cognitivas, completa), salón (relaciones, en proceso), dormitorio (mi yo profundo, recién comenzado). En una casa en reestructuración buscas un vaso y no lo encuentras. No está perdido, está embalado. La energía cognitiva está en otro lado, en trabajos más importantes. Olvidar durante la transformación es normal. Suceden imprevistos, parecen caos, pero son parte del proceso. Orquestar el caos—hablaré de ello. Mientras tanto: si no encuentras el vaso, está bien así.

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Cuando el sesgo evoluciona: de ataque frontal a estrategia sutil

El sesgo que nombré ha evolucionado. Ya no ataque frontal sino estrategia sutil: ataques laterales para rellenar ancho de banda cognitivo, cortar suministros, bloquear actividades liberadoras. Pero los vi a tiempo. La guerra de veintiséis años (18 años → 44 años) continúa. El rizoma se expande: yo, la Amiga con quien intercambio audios filosóficos, otros. Círculos concéntricos, no jerarquía. Temístocles en Salamina: no fuerza bruta sino estrategia. Anoche: Victoria 3, orquestador del caos. El swing del golf vacía la mente. El sesgo contraataca. Pero estoy listo. La pelota es mía.

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La técnica que me liberó de la rumiación: nombrar los sesgos

Esta semana identifiqué el sesgo que me domina desde hace décadas: «Dependo de los Otros, no colaboro con los Otros.» La técnica de nombrarlo—darle un nombre cuando llega—lo despotencia. El cerebro pasa de pasivo a activo. La rumiación disminuye, se libera ancho de banda cognitivo, llegan ideas. No lo he resuelto, pero ya no me someto. ¿El origen? Adolescencia, responsabilidades adultas demasiado pronto. ¿El catalizador? Amelia, 26 semanas, 710 gramos, 109 días UCI neonatal. De héroe forzado a antihéroe a estratega. Nombrar, aceptar, evolucionar. Las herramientas hacen la diferencia.

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Golf, mente vacía y tiempo perceptivo: mi refugio consciente

El golf me enseñó algo que la meditación forzada nunca pudo: vaciar la mente sin forzarla. El swing exige mente libre, cuerpo presente. Pocos segundos en tiempo físico, inmenso en tiempo perceptivo. Como cuando juegas con tus hijos y pareces un payaso total: ellos felices, tú feliz. Mente vacía, alegría plena. El golf no es solo deporte. Es mi manera de encontrar armonía. Encuentra tu swing.

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Verticalizar: el esfuerzo de hoy que se convierte en bienestar de todos mañana

Verticalizar significa personalizar el enfoque. Cuesta esfuerzo hoy pero genera bienestar mañana. No es privilegio, es equidad: dar a cada uno lo que necesita para la misma meta. De ti mismo a los hijos, del trabajo al mundo. Un estudiante neurodivergente verticalizado hoy será adulto autónomo mañana. Un empleado comprendido hoy será líder efectivo mañana. El esfuerzo es inversión. El bienestar es rendimiento. Exponencial.

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Aceptar no es rendirse: el poder de la serenidad consciente

Durante años pensé que aceptar significaba rendirse. Pero aceptar no es someterse. Es estrategia consciente. Desde la ciencia del Tetris post-trauma hasta la distinción serenidad/felicidad, hasta la paradoja: cuando dejas de combatir lo que no puedes cambiar, obtienes más poder. La aceptación no es pasividad. Es inteligencia emocional.

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¿Tres meses o tres años? El tiempo de la transformación mental

En tres meses he cambiado más de lo esperado. «¿Estoy delirando?» me preguntaba. Luego estudié a Feynman y entendí: existen tres tiempos. El tiempo físico avanza, el biológico lo gestionas, el perceptivo lo moldeas. La metacognición comprime el tiempo perceptivo. Tres meses pueden valer años. No magia. Mecánica de la mente.

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Agotamiento controlado: cuando la metacognición te reconstruye

En 2024 entré en agotamiento. Usaba noradrenalina como combustible constante. Luego la metacognición se activó. De «agotamiento controlado» a «explosión controlada» hasta la reconstrucción exponencial. Hoy soy objetivamente feliz. Os cuento cómo observar los propios pensamientos puede ser el pilar que cambia todo.

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